La situación ocurrida en Burgos, apunta a uno de los problemas más importantes de nuestra sociedad.
La clara dejadez de nuestros políticos y empresarios en desarrollar modelos de negocio que generen riquezas no sólo para ellos, sino también, para la sociedad en su conjunto.
La obra aparenta ser una mejora para la comunidad pero no lo es. Los vecinos de Gamonal, como el resto de los vecinos españoles; requerimos fábricas, negocios grandes, medianos ó pequeños.
Se requieren alternativas laborales, que beneficien a unos (empresarios) y a otros (trabajadores).
La empresa según nuestra Constitución debe tener una función social. Gamonal (pueblo) no hace sino oponerse a un modelo que sólo endeuda al ciudadano.
El empresario burgalés podría invertir sus 8 millones en constituir una fábrica para beneficiarse y beneficiar a los vecinos. Pero esto significa riesgo, negociar con los trabajadores, y ese dinero es más duro de ganar.
El alcalde debería promover el que en su área de competencia, el municipio, se desarrollaran proyectos que aporten riqueza, estable, con futuro y honesta.
El pelotazo fácil, medrando de lo público, debe terminar.
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