domingo, 23 de diciembre de 2012

Constitución Egipcia, 2012

 
 


PREÁMBULO DE LA CONSTITUCIÓN.

Nosotros, el pueblo de Egipto,

En el nombre de Dios misericordioso y con su ayuda,

declaramos que esto es

Nuestra Constitución, el documento de la revolución del 25 de enero, que fue iniciada por nuestros jóvenes, abrazada por el pueblo, apoyada por nuestras Fuerzas Armadas;

Habiendo rechazado en la Plaza Tahrir y en todo el país todas las formas de injusticia, opresión, tiranía, despotismo, exclusión, saqueo y monopolio;

Proclamaron nuestros completos derechos a “pan, libertad, justicia social y dignidad humana”, pagada con la sangre de nuestros mártires, el dolor de nuestros heridos, los sueños de nuestros niños, la lucha de nuestros hombres y mujeres;

Se recuperó el espíritu de nuestra gran civilización y nuestra historia luminosa, porque en las orillas del Nilo eterno establecimos el estado más antiguo que siempre ha conocido el significado de la ciudadanía y la igualdad, dio a la humanidad el primer alfabeto, abrió el camino all monoteísmo y al conocimiento del Creador, abrazó a los profetas de Dios y los mensajes, y adornó las páginas de la historia con desfiles de creatividad;

Y a continuación de nuestra virtuosa revolución que ha unificado a todos los egipcios en el camino de la construcción de un estado democrático moderno, declaramos nuestra adhesión a los siguientes principios:

I.

El pueblo es la única fuente de toda autoridad. La institución de las autoridades y su legitimidad deriva del pueblo, y está sujeta a la voluntad del pueblo. Las responsabilidades y competencias de las autoridades son deber a tener en cuenta, no un privilegio o una fuente de inmunidad.

II.

Un sistema democrático de gobierno, estableciendo las bases para la transferencia pacífica del poder, apoyando el pluralismo político, asegurando elecciones justas y la contribución del pueblo al proceso de toma de decisiones.

III.

La dignidad de los individuos es una extensión de la dignidad de la nación. Además, no hay dignidad para un país en el cual las mujeres no son honradas; las mujeres son las hermanas de los hombres y compañeras en los beneficios nacionales y las responsabilidades.

IV.

La libertad es un derecho: la libertad de pensamiento, expresión y creatividad; la libertad de alojamiento, propiedad y de viajar; los principios establecidos por el Creador en el movimiento del universo y la naturaleza humana.

V.

La igualdad y la igualdad de oportunidades está establecida para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, sin discriminación o nepotismo o trato preferente, tanto en derechos como en deberes.

VI.

El estado de derecho es la base la libertad individual, la legitimidad de la autoridad, y el respeto del Estado por la ley. Ningún poder sobrepasará el de la justicia y el poder judicial será independiente, portador de la honorable misión de defender la Constitución, defendiendo la justica y protegiendo los derechos y libertades.

VII.

Defender la unidad nacional es una obligación, y la piedra angular de la construcción de un Egipto moderno y el camino al progreso y el desarrollo. Para dicho fin, se difundirán los valores de tolerancia y moderación, y se protegerán los derechos y libertades de todos los ciudadanos sin discriminación.

VIII.

Defender a la nación es un deber y un honor. Nuestras Fuerzas Armadas forman una institución nacional profesional y neutral que no interfiere en asuntos políticos. Es el escudo protector del país.

IX.

La seguridad es una gran bendición; recae sobre los hombros de la fuerza policial que trabaja al servicio de la gente, por su protección y para que se cumplan las medidas de la justicia. Porque no puede haber justicia sin protección y no hay protección sin instituciones de seguridad que respeten el Estado de Derecho y la dignidad humana.

X.

La unidad es la esperanza de la nación árabe; es la llamada de la historia, la oferta del futuro, y la demanda del destino. Esta unidad debe ser reforzada a través de la integración y la fraternidad con los países del valle del Nilo y del mundo musulmán, ambos una extensión natural nacida de la singularidad de la posición de Egipto en el mapa mundial.

XI.

El pionero liderazgo intelectual y cultural de Egipto es una encarnación de su poder blando, y un modelo de su gratuita generosidad de creadores y pensadores originales, universidades, centros científicos, centros lingüísticos y de investigación, la prensa, las artes, la literatura y los medios de comunicación, la iglesia nacional, y Al-Azhar con su historia como un pilar de la identidad nacional, la lengua árabe y la Sharía Islámica, y como un polo del pensamiento ilustrado moderado.

Nosotros, el pueblo de Egipto,

A partir de la fe en Dios y sus mensajes celestiales,

En reconocimiento del derecho del país y de la nación,

Con la conciencia de nuestras responsabilidades hacia la nación y la humanidad,

Nos comprometemos a permanecer comprometidos con los principios expresados en esta Constitución, que aceptamos y nos damos a nosotros mismos, reafirmando nuestra determinación de sostenerla y defenderla, y asegurando que será protegida y respetada por las autoridades del Estado y el público en general.

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